El Coaching Integral es una tendencia emergente en el campo del coaching que combina diversas corrientes, integrando enfoques como el Coaching Humanista de Europa, el Coaching Ontológico de Latinoamérica, y el Coaching Pragmático de Norteamérica.
Cada uno de estos estilos de Coaching posee características únicas y aborda de manera diferente el acompañamiento a personas y profesionales. Por ello, el Coach Integral desarrolla la habilidad de utilizar todos estos enfoques de manera efectiva, adaptándose a las necesidades y objetivos de sus clientes para maximizar su desempeño y beneficio en las sesiones de coaching.
La visión y metodología del Coaching Integral fueron concebidas por Humberto Varas, quien reconoció que un solo estilo de coaching no era suficiente para alcanzar el máximo potencial en los clientes. Las bases de esta metodología se establecieron en 2008, iniciando desde entonces su desarrollo y evolución constante. Además, esta metodología fue reconocida en Expocoaching 2015 con un premio, momento desde el cual diversas escuelas han comenzado a incorporar esta visión y metodología en su aplicación.
La metodología del Coaching Integral abarca una amplia gama de conceptos, competencias y herramientas, incluyendo técnicas especializadas de conversación utilizadas en sesiones de coaching. Estas técnicas permiten al coach guiar eficazmente a personas y clientes, ayudándoles a resolver sus problemas, desarrollar su visión personal o profesional y alcanzar sus objetivos. Desde 2007, se ha trabajado en el desarrollo y refinamiento de esta metodología, basándose en la profundización teórica y la experiencia práctica. Este esfuerzo ha dado lugar a un proceso de coaching integral definido y a un conjunto de competencias actualizadas, que hoy representan el núcleo de las Competencias de Coaching Integral.
Asimismo, CIC reconoce y valora las competencias establecidas por otras organizaciones relevantes en el ámbito del coaching, como ICF, Asesco y OCC. Esto se hace con el fin de avalar y garantizar la calidad del coaching aplicado por los coaches certificados bajo esta metodología, asegurando así un estándar alto y coherente en el ámbito profesional del coaching.
CCI Competencia 1: Crecimiento Personal y Aprendizaje Experiencial.
Un Coach Integral reconoce la importancia crucial de su propio crecimiento personal para poder acompañar eficazmente a otros. Este desarrollo personal no solo le permite comprender y empatizar profundamente con sus clientes, sino que también es un requisito indispensable para ser considerado un coach cualificado desde la perspectiva de CIC. Un Coach Integral entiende que debe practicar y experimentar las competencias y herramientas de coaching en sí mismo primero, lo que le permite observar, reconocer y aprender a integrar el coaching como parte de su propia experiencia personal. Este enfoque no solo mejora el entorno del coach, sino que también asegura que pueda beneficiarse de su desarrollo personal.
Es fundamental que el coach sea honesto acerca de sus propias áreas de crecimiento. Si existe algo pendiente de trabajar en sí mismo, debe ser comunicado al cliente para evitar confusión o conflicto al ayudar a otros. El alcance del impacto en el coaching está directamente relacionado con el nivel de desarrollo personal del coach.
Además, un Coach Integral valora el conocimiento como una guía, pero reconoce que la experiencia práctica es esencial para ampliar la perspectiva y el desarrollo a través del aprendizaje experiencial.
Por último, CIC mantiene un alto nivel de rigor en sus escuelas afiliadas, enfatizando el desarrollo de las personas antes que el de profesionales. Esta es una normativa clave de las organizaciones que acreditan sus formaciones en CIC y para los formadores que enseñan coaching integral.
CCI Competencia 2: Apertura, Humildad y Aprendizaje
La Competencia 2 en el Coaching Integral destaca la importancia de la apertura y la humildad como pilares esenciales en el proceso de aprendizaje, tanto para el coach como para el cliente. Esta competencia enfatiza que un coach debe cultivar activamente la humildad, entendiendo que el ego personal no debe interferir en el proceso de coaching. Al mantenerse abierto y humilde, el coach crea un espacio donde el aprendizaje y el crecimiento mutuo pueden florecer.
Esta apertura y humildad son fundamentales para construir una relación de coaching basada en la confianza y el respeto mutuo. Al estar dispuesto a aprender y reconocer que siempre hay espacio para el desarrollo personal y profesional, el coach establece un modelo a seguir para el cliente. Esta actitud facilita un entorno en el que tanto el coach como el cliente pueden explorar y descubrir conjuntamente áreas de mejora, generando un proceso de coaching más efectivo y enriquecedor.
Al adoptar un enfoque humilde y abierto al aprendizaje, el coach demuestra una disposición genuina para el crecimiento y la mejora continua. Esto no solo beneficia su práctica profesional, sino que también impulsa al cliente a adoptar una perspectiva similar, creando así una dinámica poderosa y transformadora en el proceso de coaching.
Además, es crucial que el coach sea consciente de sus propias necesidades emocionales y limitaciones. La humildad permite al coach reconocer y aceptar dónde se encuentran sus límites, lo cual es esencial para mantener la integridad y la autenticidad en el proceso de coaching. Este autoconocimiento contribuye a un acompañamiento más eficaz y empático hacia el cliente, reforzando la relación de confianza y colaboración en el camino hacia el desarrollo y la realización personal y profesional.
CCI Competencia 3: Estilo de Coaching Adecuado para el Cliente
Un Coach Integral se distingue por su capacidad para aplicar el estilo de coaching más adecuado a cada cliente. Entre sus competencias clave, se incluyen:
a) Capacitación en Coaching Humanista: Dominio de este enfoque, predominante en Europa, que se centra en el desarrollo personal y el crecimiento humano.
b) Capacitación en Coaching Ontológico: Habilidad para aplicar este estilo, común en Latinoamérica, que enfatiza el lenguaje, el ser y la construcción de la realidad a través de la conversación.
c) Capacitación en Coaching Pragmático: Competencia en este enfoque, típico de Norteamérica, que se orienta hacia resultados prácticos y eficientes.
d) Comprensión de los Diferentes Estilos: Capacidad para entender las diferencias y beneficios de cada estilo de coaching, y cómo pueden complementarse entre sí.
e) Aplicación de un Coaching Integral: Habilidad para integrar los tres estilos mencionados en una conversación de coaching, adaptándose a las necesidades y contexto del cliente.
f) Conciencia del Estilo Propio: Ser consciente de su estilo de coaching predominante y cómo este puede influir en su práctica.
g) Generación de Resultados: Capacidad para provocar, mediante las competencias de coaching, la aceptación, reflexión, descubrimiento, aprendizaje y acción, aprovechando los potenciales de los diferentes estilos de coaching.
Esta competencia destaca la importancia de la flexibilidad y adaptabilidad en el coaching, asegurando que el coach pueda ofrecer un servicio personalizado y efectivo que responda a las necesidades únicas de cada cliente.
CCI Competencia 4: Estar Presentes y Escuchar sin Juicio y sin Buscar Soluciones
Un Coach Integral posee la habilidad esencial de estar plenamente presente, lo que le permite ofrecer una escucha clara y neutral. Esta presencia activa facilita la distinción entre sus propios procesos personales y los de su cliente. Un Coach Integral observa y refleja, formulando preguntas desde una escucha activa que abarca aspectos mentales, emocionales, energéticos y corporales.
a) Soltar el Propio Rol: Capacidad de liberarse de interpretaciones y juicios personales, fluir en la conversación y estar completamente disponible para el cliente.
b) Escucha Multidimensional: Habilidad para escuchar en diferentes dimensiones, incluyendo la mental (pensamientos, creencias, lenguaje), la emocional (sensaciones, sentimientos, emociones) y la corporal (comunicación no verbal, posturas, movimientos).
c) Empatía con el Cliente: La habilidad de ponerse en el lugar del cliente, comprendiendo su experiencia desde su perspectiva.
d) Seguimiento Conversacional: Capacidad para seguir el hilo conductor de la conversación, utilizando herramientas de escucha para guiar y profundizar el diálogo.
e) Escucha Integral: Habilidad para escuchar lo que se dice, lo que no se dice y lo que simplemente ‘es’, captando la esencia completa de la comunicación del cliente.
Esta competencia subraya la importancia de una escucha profunda y sin prejuicios en el coaching, permitiendo al coach entender verdaderamente y responder de manera efectiva a las necesidades del cliente.
CCI COMPETENCIA 5: Preguntas de Coaching Integral.
La quinta competencia clave en Coaching Integral es la capacidad de formular preguntas de coaching, tanto abiertas como cerradas, adecuadas a la situación y que surjan de una escucha atenta a lo expresado por el cliente.
a) Preguntas Claras y Expansivas: Habilidad para hacer preguntas sencillas y directas que expandan la conversación, abriendo nuevas perspectivas y posibilidades.
b) Metodología de Preguntas Integrales: Capacidad para interrelacionar las dimensiones internas de la persona en las preguntas, incluyendo emociones, pensamientos, creencias, juicios, corporalidad, lenguaje, sensaciones, necesidades, acciones, resultados, costes, beneficios y motivaciones. Además, estas preguntas pueden enfocarse en el presente y futuro predominantemente, o a pasado, solo en los tres casos aplicables dentro de la ética profesional del coaching (recursos de motivación, contexto emocional, entrevista inicial previo a la intervención).
c) Preguntas Poderosas: Habilidad para formular preguntas de coaching que desafíen al cliente, expandan su perspectiva y amplíen su mirada, sin ofrecer soluciones basadas en interpretaciones o consejos del coach. Estas preguntas deben utilizar elementos de la propia conversación del cliente.
d) Preguntas Facilitadoras Super-Poderosas: Capacidad para formular preguntas que fomenten el auto-reconocimiento, la responsabilidad personal y el autoconocimiento, cambiando la perspectiva del cliente en favor del objetivo de la sesión, y pregutas que generen conscientemente aprendizaje en el cliente.
Esta competencia subraya la importancia de las preguntas como herramientas fundamentales en el coaching integral, permitiendo al coach guiar el proceso y acompañar efectivamente al cliente hacia el descubrimiento, la reflexión y la acción, creando un resultado eficaz, importante y útil de valor para el cliente.
CCI Competencia 6: Establecer Vínculo de Conexión y Confianza
Esta competencia se enfoca en la habilidad del coach para desarrollar un vínculo sólido de conexión y confianza con el cliente, estableciendo una relación de igual a igual.
a) Actitud Desinteresada y Honesta: Mantener una actitud genuina y desinteresada, con un compromiso hacia la honestidad y la confianza.
b) Humildad Confrontativa: Demostrar humildad en el enfoque hacia el cliente, a la vez que se mantiene la capacidad de confrontar cuando sea necesario para el proceso de coaching.
c) Claridad y Disposición: Mostrar siempre claridad en la comunicación y una completa disposición hacia el cliente.
d) Sinceridad y Confianza en el Proceso: Tener confianza en el proceso de coaching, en uno mismo, en la vida y en la persona que recibe el coaching.
e) Capacidad de Soltar y Legitimar: Ser capaz de soltar, legitimar y aceptar las situaciones y diferencias que surjan en el proceso.
f) Empatía Mental y Emocional: Ejercer una empatía equilibrada tanto en el plano mental como emocional.
g) Relación Bilateral de Co-Creación: Establecer una relación bilateral con el cliente, donde ambas partes co-crean y colaboran en el proceso de coaching.
h) Comunicación Bilateral: Asegurar que la conversación sea bilateral, evitando que la perspectiva del coach predomine sobre la del cliente.
i) Sostener la Incertidumbre y el No Saber: Desarrollar la capacidad de manejar la incertidumbre y estar cómodo con el no saber, reconociendo que esto forma parte del proceso de descubrimiento y aprendizaje en el coaching.
Esta competencia subraya la importancia de construir una relación de coaching basada en la igualdad, la colaboración y el respeto mutuo, lo cual es crucial para un proceso de coaching efectivo y transformador.
CCI COMPETENCIA 7: Inteligencia y Gestión emocional.
Esta competencia implica la capacidad del Coach para identificar y gestionar las emociones, tanto propias como las de sus clientes.
a) Identificación de Emociones Básicas: El Coach debe ser capaz de identificar emociones básicas como el miedo, la ira, la tristeza, la alegría, la ternura y la eumoción. Esto puede hacerse a través de la observación de las palabras del cliente, los cambios corporales y el tono de voz.
b) Comunicación y Reflexión de Emociones: Comunicar y reflejar las emociones que intervienen en el proceso, si esto contribuye al diálogo. Esto debe hacerse con el objetivo de provocar descubrimiento, aprendizaje y reflexión en el cliente.
c) Gestión y Acompañamiento Emocional: Gestionar y acompañar las emociones que surgen en el proceso de coaching. Esto implica usar las emociones como un puente para legitimar y explorar su valor, facilitando así el tránsito emocional del cliente y potenciando el efecto catalizador del proceso conversacional de coaching.
Esta competencia subraya la importancia de una comprensión profunda y una gestión efectiva de las emociones en el coaching, permitiendo así al coach guiar al cliente a través de un proceso de transformación emocional, corporal y cognitiva.
CCI Competencia 8: Creencias Limitantes
Esta competencia se centra en la habilidad del Coach para identificar, desafiar y transformar las creencias limitantes que pueden estar impidiendo el desarrollo y progreso del cliente.
a) Identificación de Creencias Limitantes: El Coach debe ser capaz de reconocer las creencias limitantes del cliente, ya sea a través de sus palabras, comportamientos o patrones de pensamiento.
b) Cuestionamiento y Desafío de Creencias: Utilizar preguntas poderosas y técnicas de coaching para ayudar al cliente a cuestionar y desafiar sus creencias limitantes, facilitando así la apertura a nuevas perspectivas.
c) Transformación de Creencias: Apoyar al cliente en el proceso de observar, soltar y transformar estas creencias limitantes, en creencias potenciadoras que apoyen su crecimiento y objetivos.
d) Trabajo con el Origen de las Creencias: Explorar y tener en cuenta el contexto previo de estas creencias limitantes activas, para ayudar al cliente a crear nuevos patrones y enfoques más constructivos, trabajándolo desde el presente y teniendo en cuenta la ética profesional sobre otras intervenciones orientadas al pasado como es la terapia por ejemplo.
e) Fomento de la Autoconciencia: Promover la autoconciencia en el cliente respecto a cómo sus creencias limitantes afectan su vida y decisiones, y cómo pueden cambiarlas para mejorar su bienestar y rendimiento.
Esta competencia es clave para facilitar el cambio y el desarrollo personal y profesional, permitiendo al cliente superar barreras internas y avanzar hacia sus objetivos de manera más efectiva y empoderada.
CCI Competencia 9: Los Objetivos en la Sesión y en el Proceso
Esta competencia implica la habilidad del Coach para identificar y trabajar con el objetivo ecológico del cliente – lo que es verdaderamente importante tanto en el proceso general de coaching como en cada sesión individual.
a) Distinción entre Objetivos a Futuro y Pasos Necesarios: Capacidad para diferenciar entre los objetivos a largo plazo del cliente y los pasos concretos para alcanzarlos.
b) Paciencia y Enfoque en el Quiebre: Utilizar la paciencia y las técnicas de coaching para descubrir el quiebre o limitación clave que debe abordarse en la sesión de coaching.
c) Distinguir entre Objetivo de Proceso y Objetivo de Sesión: Capacidad para diferenciar entre los objetivos establecidos para el proceso de coaching en su totalidad y los objetivos específicos de cada sesión.
d) Desarrollo de la Visión del Cliente: Ayudar al cliente a ampliar su visión, fomentando impulsores y motivación para ir más allá de sus objetivos actuales.
e) Flexibilidad y Adaptación: Mantener la flexibilidad para adaptarse a los cambios de enfoque durante la conversación.
f) Aplicación de Diferentes Estilos de Coaching: Habilidad para aplicar técnicas de coaching ontológico, humanista y pragmático, según sea necesario para alcanzar los objetivos del cliente.
g) Acuerdo de Coaching y Soltar Objetivos Personales del Coach: Establecer un acuerdo de coaching centrado en el cliente, sin imponer soluciones ni objetivos personales del coach.
h) Identificación del Quiebre en la Sesión: Reconocer que el descubrimiento del quiebre puede ocurrir en cualquier momento de la sesión, sin la necesidad de un tiempo mínimo preestablecido para su identificación, diferenciándose así de otras organizaciones que imponen restricciones temporales.
Esta competencia destaca la importancia de trabajar con los objetivos del cliente de manera flexible y centrada, asegurando que el proceso de coaching sea efectivo y completamente alineado con las necesidades y aspiraciones del cliente.
CCI Competencia 10: Generación de Aprendizaje siendo Consciente el Coach
Esta competencia se enfoca en la capacidad del Coach para generar aprendizaje a partir de diversas situaciones y recursos, siendo consciente de su rol en este proceso.
a) Consciencia y Conciencia: Diferenciar entre el acto de darse cuenta (consciencia) y la integración de lo descubierto (conciencia), identificando la constante universal del darse cuenta. (referencia metodológica Humberto Varas contante de aprendizaje universal).
b) Aprendizaje Mental vs. Práctico: Distinguir entre el aprendizaje mental o teórico y la sabiduría derivada del aprendizaje práctico o experiencial, entendiendo sus características, utilidades y beneficios.
c) Ofrecer Nuevas Perspectivas: Capacidad para proporcionar perspectivas que generen un cambio en el observador del cliente, relacionado con lo explorado y enfocado en la sesión.
d) Generación del Vacío Fértil: Habilidad para crear un vacío fértil en la conversación de coaching, aplicando silencio y espera en los planos mental, emocional y corporal.
e) Confrontación de Incoherencias: Identificar y confrontar incoherencias relacionadas con los temas enfocados en la conversación.
f) Identificación y Generación de Insights: Facilitar la generación de insights en el cliente a través del manejo del vacío fértil.
g) Uso de Silencios: Emplear los silencios como herramienta para activar la creatividad y el pensamiento profundo del cliente.
h) Preguntas Creativas: Utilizar preguntas que estimulen la creatividad y la búsqueda de nuevas respuestas por parte del cliente.
i) Uso de Distinciones y Perspectivas: Aplicar distinciones, perspectivas, transformación de creencias, reconocimiento de emociones y corporalidad para fomentar el aprendizaje.
j) Escucha de la Intuición: Utilizar la intuición para identificar aspectos subyacentes en las conversaciones.
k) Proyección de Aprendizajes: Integrar los descubrimientos y aprendizajes de la sesión en el objetivo y la visión del cliente.
l) Ampliación de Aprendizajes: Ayudar al cliente a extender los aprendizajes obtenidos a otras áreas de su vida.
Esta competencia resalta la importancia de un enfoque consciente y reflexivo en el coaching, permitiendo al coach facilitar un aprendizaje profundo y significativo para el cliente.
CCI Competencia 11: Role Playing Integral, Emocional, Lingüístico, Mental y Corporal
Esta competencia aborda la habilidad del Coach para aplicar técnicas de role-playing de manera efectiva y relevante en las sesiones de coaching.
a) Propuesta de Role-Playing: Explicar y proponer, siempre desde el respeto y la voluntariedad, la aplicación de un role-playing en la sesión, basándose en lo explorado con el cliente.
b) Role Playing Lingüístico: Utilizar técnicas como roles, la silla vacía, escenificación sistémica, programación neuro-lingüística y neuro-emocional para facilitar el role-playing lingüístico.
c) Visualización y Prácticas Meditativas: Incorporar técnicas de visualización, prácticas meditativas o respiratorias en la sesión para profundizar en la experiencia.
d) Role Playing Corporal: Aplicar role-playing enfocado en la expresión y conciencia corporal.
e) Role Playing Emocional: Facilitar el role-playing centrado en la exploración y expresión de emociones.
f) Role Playing Integral: Combinar los enfoques lingüístico, emocional y corporal de manera integrada o en diversas combinaciones para adaptarse a las necesidades y objetivos específicos del cliente.
Esta competencia resalta la importancia de utilizar el role-playing como una herramienta multifacética en el coaching, permitiendo al coach facilitar un aprendizaje experiencial y profundo para el cliente.
Niveles de Profundidad en las Competencias de Coaching Integral.
Cada competencia dentro del Coaching Integral se aborda en dos niveles de profundidad profesional:
Estos dos niveles aseguran una estructura clara para el desarrollo profesional de los coaches, permitiéndoles avanzar y profundizar en su práctica de coaching integral de manera sistemática y efectiva.